EL PALACIO
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LA IMPONENCIA DEL PALACIO
El Gobierno de Don Carlos Antonio López abrió el país al mundo, impulsó el intercambio cultural y comercial, envió becarios al exterior y contrató técnicos en varias disciplinas. Su hijo, el General Francisco Solano López, decidió construir su residencia con un estilo muy parecido al de los palacios que conoció en Europa, sobre un terreno frente a la Bahía de Asunción, delimitado por las actuales calles El Paraguayo Independiente y Juan E. O’Leary, que fuera donado por Don Lázaro Rojas, padrino del General.
La construcción del Palacio de López comenzó en 1857 y la dirigió el arquitecto inglés Alonso Taylor, quien utilizó en la obra piedras extraídas de las canteras estatales ubicadas en las localidades de Emboscada y Altos, Cordillera. Los ladrillos fueron proveídos por las olerías de Tacumbú y las maderas fueron extraídas de los bosques y obrajes de Yaguarón (Paraguarí) y Ñeembucú.
Las piezas de hierros fueron traídas de las fundiciones de La Rosada, Ybycuí. Los mármoles y granitos fueron importados de Europa. Técnicos, escultores y artistas también participaron en la construcción y decoración.
LOS MAJESTUOSOS SALONES
En 1990 el Poder Ejecutivo dispuso el reacondicionamiento general del Palacio. Se suprimieron todas las oficinas del piso superior y en el ala oeste se habilitó un gran salón al que se denomina “Libertad”, actualmente destinado a reuniones del Gabinete Ejecutivo.
El del lado Este, pasó a llamarse “Salón de las Américas”, actualmente en proceso de refacción total.
El salón ubicado en el área superior central, denominado “Independencia”, es el destinado a los actos protocolares: Presentación de Cartas Credenciales, Condecoraciones y Juramentos.
En el subsuelo, actualmente en proceso de refacción y restauración, están ubicadas la entrada peatonal, el archivo de Decretos y Leyes de Seguridad, la sala de espera del público y otras dependencias.
JARDINES Y DECORACIÓN
Las estatuas de Don Carlos Antonio López, Mariscal Francisco Solano López y del doctor José Gaspar Rodríguez de Francia forman parte de la decoración externa del Palacio.
Sobre la calle El Paraguayo Independiente, un amplio jardín con un mástil central y una enorme bandera tricolor de más de 12 metros, ubicados al frente de la construcción palaciega; dan la bienvenida a las autoridades y visitantes de la casa de Gobierno. Estos y otros detalles dan realce e imponencia al histórico Palacio.
De entre los diversos cuadros que adornan el interior, el del Mariscal López es uno de los más significativos. La pintura se encuentra en el Salón de los Espejos. Molduras y cortinados completan el detalle del salón.
El mobiliario, de estilo francés, originalmente realizado en madera, bronce y mármol, realzan los ambientes.
La escalera central que permite el acceso a la segunda planta, confeccionada enteramente en mármol, fue hecha por el italiano Andrés Antonini, quien instaló además mesadas y otras decoraciones. Las pinturas que adornaban el cielo raso, son obras del francés Julio Mornet, quien tuvo como colaborador al pintor paraguayo Aurelio García.
La ornamentación en bronce y el mobiliario de estilo francés realzan distintos ambientes. Algunas esculturas llevan la firma de artistas como Horidan, Allegrain y Clodio, provenientes del Museo del Louvre y de Florencia.
Los espejos, alfombras y cortinas fueron importados de Francia.
Fuente: Gaceta Oficial. Año 1993